Detectan muertos en programa para ‘ninis’

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Entre las anomalías se encuentran los centros de trabajo fantasmas, pagos a beneficiarios ya fallecidos y a beneficiarios que reciben doble beca

Redacción

CIUDAD DE MÉXICO.- La Auditoría Superior de la Federación detectó irregularidades en la operación del programa Jóvenes Construyendo el Futuro con un probable daño patrimonial por 57 millones de pesos.

Entre las anomalías se encuentran los centros de trabajo fantasmas, pagos a beneficiarios ya fallecidos y a beneficiarios que reciben doble beca por estar inscritos al mismo tiempo en otro programa.

Las revisiones derivadas del tercer paquete de informes de la revisión a la Cuenta Pública 2019, el organismo difundió los resultados de una auditoría realizada al programa Jóvenes Construyendo el Futuro, por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.

La ASF encontró anomalías como un probable daño patrimonial por 57 millones 90 mil 400 pesos, más de 48 millones corresponden a pagos realizados a 3 mil 188 beneficiarios que, según las reglas de operación del programa, no debían estar trabajando ni estudiando para ser parte de este programa.

Además estos beneficiarios también recibieron en los mismos periodos apoyo del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro Apoyos del Sector Educativo de la Secretaría de Educación Pública.

Identificó que 183 beneficiarios del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que recibieron el importe de 2.5 millones de pesos, percibieron a su vez, en los mismos periodos de tiempo durante el ejercicio 2019, apoyo del Programa de Apoyo a la Educación Indígena operado por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas.

Además observó que 68 beneficiarios recibieron pagos de la beca en sus cuentas bancarias después del fallecimiento por una suma de 482 mil 400 pesos.

La ASF concluyó que dicho programa no cuenta con mecanismos de control y procedimientos para validar y constatar la información y documentación plasmada y adjuntada en la Plataforma Digital del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro por parte de los aspirantes y beneficiarios del Programa, así como de quienes participaron como Centro de Trabajo. Otro hallazgo de la ASF fue que 68 beneficiarios recibieron pagos de la beca en sus cuentas bancarias posteriores a su fecha de fallecimiento por un importe total de 482 mil 400 pesos.

Encontró además que los domicilios de los Centros de Trabajo revisados, que forman parte de la muestra, en donde se supone que se imparte la capacitación a los beneficiarios, estaban abandonados. Y otros Centros de Trabajo no presentaron la documentación justificativa y comprobatoria que soporte la capacitación impartida.

Además, dos Centros de Trabajo, por medio de sus Representantes Legales, señalaron no haberse registrado en el Programa para participar como Centro de Trabajo. La ASF concluyó que el manejo que se hace de los recursos públicos federales en ese programa “no asegura las mejores condiciones de economía, transparencia, eficiencia, eficacia, y honradez al Estado”.

Con información de Milenio

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