Inunda ‘Irma’ calles de Miami; azota sorpresivamente oeste de Florida

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Florida sería declarada zona catastrófica

El Mundo/BBC Mundo 

MIAMI, EU.- La tormenta tropical tocó tierra el domingo por la tarde en Marco Island, donde se vieron escenas de devastación, con vías inundadas y árboles caídos, aunque no se reportaron accidentes ni muertes por el momento.

En su avance por la costa oeste de Florida, “Irma” se debilitó y pasó a ser un huracán de categoría 2, pero todavía mantiene vientos máximos de hasta 177 kilómetros por hora y su impacto conlleva otra amenaza, la de marejadas “que ponen en peligro la vida”, según dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por su sigla en inglés).

MIAMI BAJO EL AGUA 

Ed y Ann estaban preparados. Habían reforzado las ventanas de casa con madera y preparado dos generadores eléctricos de propano para recibir a “Irma” en su casa de San Petersburg, la ciudad que no ha sufrido un huracán de envergadura desde hace 96 años y en la que se esperaba anoche la llegada de la tormenta tropical que ha devastado parte de Cuba y del norte del Caribe.

Hasta se habían hecho con tres grandes bolsas de hielo y con cuatro baterías extra para cada teléfono móvil por si los generadores se quedaban sin combustible y había que echar mano de lo que hiciera falta para conservar comida, y por si las líneas telefónicas se caían durante días.

Los preparativos de esta pareja de jubilados, que se fueron a Florida, como muchos otros, animados por los bajos impuestos del Estado, reflejaban la situación creada por el último cambio de rumbo de “Irma”.

Tras arrasar parte de Cuba, causando inundaciones incluso en La Habana, el huracán había mantenido un rumbo más al oeste de lo inicialmente previsto.

Eso significa que Miami no iba a recibir el impacto directo del tifón, que, a cambio, había puesto en su diana las ciudades de Naples, Tampa, y, sobre todo, San Petersburg.

A pesar de que “Irma” se había debilitado considerablemente a su paso por Cuba, y había pasado de ser una tormenta de categoría 5 a una de categoría 2 -y que no se esperaba que ganara intensidad-, su increíble efecto destructivo había quedado de manifiesto con los daños que estaba provocando incluso en la ciudad a la que teóricamente había indultado: Miami.

 A las 00:00 horas de este lunes, el océano Atlántico había inundado buena parte del área de negocios y empresas del centro de Miami -lo que en las ciudades estadounidenses se denomina “downtown“-, y no se esperaba que las cosas fueran a mejor.

Pese a la menor potencia del fenómeno, las autoridades seguían recomendando extremar las precauciones. Como dijo el gobernador de Florida, Rick Scott, en un mensaje televisado: “Tómense esta mortífera tormenta en serio”.

Tras la petición del mismo gobernador, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Florida sería declarada zona catastrófica.

El productor Cesar Cuzán vive en downtown, cerca de la Bahía de Biscayne, una de las zonas evacuadas, así que buscó refugio en el histórico hotel Biltmore del barrio de Coral Gables.

“Me dicen mis vecinos que optaron por quedarse que las calles están completamente inundadas y que una de las avenidas principales parece un río. Con el viento se ha caído mucho material de edificios en construcción… En fin, la zona no es segura”, declaraba en conversación telefónica.

En vez de dirigirse a uno de los refugios, Cazán está pagando 500 dólares para trasnochar en el Biltmore, que data de 1926 y es uno de los alojamientos favoritos de Bill Clinton y George W. Bush.

“Los cuartos están a oscuras. Perdimos la electricidad ayer, pero los generadores mantienen las zonas comunes y la recepción iluminada, y el WiFi sigue funcionando. Han clausurado una zona del hotel porque ahí se ha colapsado el techo, pero por lo demás estamos bien.

“Nos sentimos seguros, pero este es sin duda el peor huracán que vivo desde “Andrew”, hace 25 años”, concluía.

El problema es que no todas las personas estaban en refugios. Cuando Nadia Payán intentó acceder a varios de los designados por las autoridades locales, descubrió que ya estaban todos llenos.

“Me habría quedado más tranquila, pero por la radio me he enterado que algunos se han quedado sin electricidad. Para estar así, mejor en casa, por peligroso que sea”, declaraba Payán desde su casa «a oscuras» en el corazón de Coconut Grove, uno de los barrios incluido en la zona de evacuación.

El muro que rodea su casa había sido parcialmente destruido, aunque la evaluación de los daños no podría llevarse a cabo hasta hoy, debido al toque de queda.

Y, mientras unos esperaban el final de la tormenta, otros se preparaban para ella. En el centro de Tampa, a 330 kilómetros al norte de Miami, había varias calles cerradas al tráfico porque se habían inundado 12 horas antes de que llegara “Irma”.

En la vecina San Petersbug, las autoridades habían ordenado que nadie usara el coche después de las 14:00 de la tarde, hora local, y habían recomendado no salir a la calle a partir de las 17:00.

Una hora más tarde el suministro de luz iba a ser suspendido en la mayor parte de la ciudad, que tiene casi 300 mil habitantes. Más de tres millones de hogares se han quedado sin electricidad.

Donde el daño era mayor era, sin embargo, en los Cayos, una serie de islas que se extienden al sur de Miami en dirección a Cuba.

Allí se habían registrado tres víctimas mortales, a pesar de las órdenes de evacuación, en buena medida porque el ojo de “Irma” sí tocó directamente ese archipiélago.

Fotos: ABC/20 Minutos/Infobae/CNN 

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