Dos, tres gentes por mesa, expresaba uno de los músicos a su compañeros mientras descansaban en el rompeolas del malecón con un calor que parecía sofocante
Jorge Quevedo
ALTATA, Sin.- Las altas temperaturas cobraron sus primeras facturas al comercio local del puerto de Altata al registrar un viernes “solo”, término que emplearon restauranteros, vendedores de raspados, sombreros y hasta los músicos.
Todos atribuían al intenso calor superior a los 40 grados a la intemperie registrados la tarde de ayer en la entidad y que inhibió muy posiblemente el arribo de visitantes que comúnmente llegan los viernes al puerto.
“Dos, tres gentes por mesa”, expresaba uno de los músicos a su compañeros mientras descansaban en el rompeolas del malecón con un calor que parecía sofocante para ellos que terminaban de recorrer a las 18:00 horas los 1.3 kilómetros del inmueble, pero con un sol que los hacía aún sudar “a chorros”.
Eran al menos cuatro grupos norteños que se disputaban “la plaza”. Todos sin éxito. No hubo comensales que pagaran su servicio. Eran contados quienes lo hacían.
Para capturar a los clientes, los músicos regalaban hasta la primera canción y ni así.
Entre las 14:00 y las 17:00 horas había restaurantes completamente solos. Otros con capacidad que apenas superaba el 20 por ciento, dos tres mesas para los negocios más populares.
