Tres bardas a punto del colapso, no hay más espacio para sepulcro y el cementerio es el nuevo tiradero de basura a cielo abierto
Jorge Quevedo
NAVOLATO, Sin.- Con casi 100 años de existencia el panteón de la Villa de San Pedro de Rosales, Navolato sobrevive entre la basura, tres bardas a punto del colapso y la saturación de cadáveres.
Basura por todos lados. No sólo es el interior y los familiares de los deudos son los que provocan este foco de contaminación. No hay dónde colocar la basura, un lugar confinado en los extremos del mismo.
El cementerio se tiene como nido de roedores y un lugar de paso obligado de niños y jóvenes que lo usan para llegar a su escuela.
En el costado poniente se ubica la Escuela Secundaria Técnica 22. Ahí también hay basura y un lateral sin barda que cubra al cementerio.
Flores marchitas, botellas de vidrio, plástico, escombro, todo se concentra pegado a la barda de la escuela.
Barda a punto del colapso
En los otros tres laterales la barda está a punto del colapso. No ha caído “gracias” a los árboles que la sostienen, dice un vecino del lateral norte del panteón.
“Desde la administración pasada (con el alcalde Rigoberto Valenzuela) lo sabían. Ni estos (del presidente Eliazar Gutiérrez), ni los otros hacen nada”, dijo con actitud de enojo.
La barda oriente es sostenida por montones de tierra. Se acumula la basura, peste y la constante del peligro por colapso.
Esta lateral es una calle de tránsito obligado para vecinos de la zona. Forzosamente tienen que circular por aquí.
En el lado sur las cosas son similares. Tránsito obligado y nadie hace nada. Niños, adultos que acuden a una tienda vecina al panteón. Es un tiradero a cielo abierto de residuos sólidos, escombro y hasta animales muertos.
Recientemente el problema fue denunciado y a casi una semana de ello, el colapso de la barda, la basura, continúan.
Panteón a tope
El problema se agrava con la saturación de cadáveres que ahora han usado las calles vehiculares para la sepultura. Son un casi una decena de nuevos sepulcros que han modificado la calle norte del cementerio.
En caso de una emergencia, los usuarios están en riesgo. No hay salidas. Son un laberinto. Entre cruces de fierro, tumbas en mal estado, basura, los deudos tendrían que sortear su vida.
Las autoridades municipales saben del tema. Recientemente el síndico de San Pedro, Luis Alberto López Quevedo, informó que se estaba en la negociación de un nuevo espacio contiguo al inmueble. Mientras el panteón sigue creciendo principalmente en la calle norte.
