Este es un lugar con más de 10 años de antigüedad que durante cada temporada de lluvias queda inhabilitado
Jorge Quevedo
ALTATA, Sin.- Criadero de moscos y otros usos menos el debido es el estado actual del espacio deportivo ubicado al norte de la sindicatura de Altata.
Usado, cuando no se convierte en laguna, para caminar, practicar futbol, softbol o simplemente ejercitarse es el fin de este lugar con más de 10 años de antigüedad que durante cada temporada de lluvias queda inhabilitado para lo anterior.
Por las noches es una zona desierta ubicada en la periferia norte del pueblo, oscura, con calles aledañas en mal estado. Los vecinos de esta zona, incluso tienen que tomar la corriente eléctrica de cuadras antes para tener el servicio.
Inconcebible después de tantos años y si ningún proyecto en puerta para el rescate de este espacio que pudiera ser utilizado por muchos que se ejercitan bajo peligro sobre la carretera Navolato-Altata.
Un puerto con más de 500 años de historia, llamado El Guayabal, es hoy una zona fructífera en su zona turística, pero en su zona habitacional fuera de las llamadas adoquinadas, lamenta mucho del servicio público.
Los vecinos del estadio consideran que para acabar con el problema se requiere de un relleno masivo y adecuaciones en la periferia que eviten que el problema de encharcamientos se extienda a las áreas contiguas.
A la cancha le hace falta además del relleno, iluminación, bancas, aparatos deportivos, sanitarios, canastas de basketball, porterías, un sin fin de necesidades por cubrir que no se vislumbran.
Hoy los vecinos de la cancha sólo requieren que volteen a ver el Altata que reclama un espacio que desde hace años debió ser atendido.
