Así se descartan las malas ideas de trabajo de forma amable

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Si un compañero te propone una solución que sabes que no funcionará, estas son algunas maneras de rechazar la propuesta sin quebrar su espíritu

Redacción

CIUDAD DE MÉXICO.- Tu colega dice que tiene una idea brillante para un proyecto en el que está trabajando tu equipo, y te entusiasma escucharla. Pero resulta ser un fracaso total.

 

¿Qué haces?

No quieres quebrar su espíritu, pero tampoco quieres perder el tiempo con una idea que simplemente no va a funcionar.

“Tienes dos objetivos aquí: hallar el mejor producto laboral que puedas y mantener una relación con el colega”, menciona Lindsey Pollak, autora del libro ‘The Remix: How to Lead and Succeed in the Multigenerational Workplace’.

El truco es acallar la idea suavemente, mientras haces que tu compañero de trabajo se sienta valorado y respetado.

 

No la descartes de inmediato

Puede que la idea sea terrible, pero no simplemente la elimines y sigas adelante.

Cuando alguien se te acerca con una idea que crees que no funciona, intenta adoptar un enfoque más exploratorio, sugiere Marie McIntyre, asesora de carrera y autora de ‘Secrets to Winning at Office Politics. Eso significa acallar el impulso de ser crítico, ser más abierto y receptivo a la idea.

“No respondas de inmediato con un juicio, ya sea bueno, malo, viable o no viable”, agrega.

Tómate el tiempo para escucharlos y deja que expliquen su proceso mental sobre por qué piensan que su idea es buena.

Ten en cuenta que algunos de los mayores éxitos no fueron vistos de inmediato como destellos de brillantez.

 

Haz las preguntas correctas para mostrar las grietas

Hacer preguntas puede llevar a tu colega a descubrir las razones por las cuales la idea no es tan buena en sí misma.

Intenta preguntar algo como: ¿Cuáles son los beneficios de esto? ¿Cómo ves que esto se desarrolla? ¿Cómo cumple esto con el proyecto o el objetivo del cliente?

“Desafíalos”, dice Jodi Glickman, autor de ‘Great on the Job: What to Say, How to Say It. The Secrets of Getting Ahead’.

“Debes hacerles preguntas para conducirlos hacia tu posición. Estás tratando de mostrar que hay una desconexión y que su idea no conducirá al resultado correcto”, agrega.

Hacer estas preguntas exploratorias también puede ayudarte a encontrar alguna parte de la idea que realmente funcione.

 

Explica tus preocupaciones

Si no encuentras palabras, acepta el poder del adjetivo interesante, recomienda McIntyre.

“Siempre se puede decir que algo es interesante”, dice.

Es una palabra neutral que continúa la conversación escépticamente, pero no aplasta la idea de inmediato.

También ayuda ser claro al expresar tus preocupaciones, para que la persona se sienta escuchada. Di que la idea es un enfoque interesante, pero que tienes tus inquietudes, y luego detalla esas inquietudes, sugiere McIntyre.

“Si has escuchado y respetado su idea y ellos se sienten representados, es más probable que escuchen tus comentarios”, dice.

Sin embargo, si tienes una fecha límite y no tienes tiempo para explorar a fondo una idea, puedes adoptar un enfoque más directo, menciona Pollak. “Di que no crees que vaya a funcionar, y esta es la razón”.

 

Pregúntate si realmente es una mala idea

A veces, nuestras propias nociones o preferencias preconcebidas pueden evitar que estemos abiertos a una nueva idea, por lo que es importante dar un paso atrás y asegurarse de que seas justo en tu evaluación.

“Simplemente haz un chequeo rápido contigo mismo o con alguien en quien confíes”, asegura Pollak.

Obtener una segunda opinión también puede ayudar a ponerle fin a un estancamiento.

“Si no pueden llegar a un acuerdo, sugiere que alguien los ayude a ver lo que ambos no están captando”, menciona Glickman. “Pero asegúrate de obtener una segunda o tercera opinión en lugar de obtener una aprobación”.

 

Cuando estás a cargo

Si eres el jefe y un empleado recurre a ti con una idea no tan buena, tienes más poder para descartarla, pero no debes crear un entorno en el que las personas tengan miedo de pensar de manera innovadora o acudir a ti con nuevas ideas.

“Tu objetivo es fomentar el pensamiento creativo y útil”, comenta McIntyre. “Si tu respuesta es siempre decir lo que podría estar mal, incluso si es verdad, obtendrás una reputación de no ser una buena persona a la cual acudir con nuevas ideas”.

Establecer objetivos y metas claros en los proyectos ayuda a mantener a los empleados en el camino correcto y proporciona una salida cuando te presentan una mala idea.

En lugar de decir que la idea es mala, Pollack recomienda decir algo como: ¿Cómo cumple esto con el objetivo o los criterios?

“El objetivo se convierte en un tercer factor. No estás criticando la idea, estás diciendo que aquí están los criterios que necesitamos, ¿cumple la idea con eso?”.

Pero al final del día, tú estás a cargo y eres responsable del trabajo producido por tu equipo y podrías tener que descartar una idea.

“Di: aprecio el tiempo que pasaste en esto; ha sido interesante, pero no estoy seguro de que vaya a funcionar justo ahora”, sugiere McIntyre.

Con información de Expansión

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