Antonio Toledo, un ‘tigre’ respetado hasta la muerte

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Se presenta con un elemento ‘místico’ adicional y es nada más y nada menos que un contexto electoral que marca un antes y un después en el México que conocemos

Jesús Barraza

CULIACÁN, Sin.- La muerte de don Antonio Toledo Corro, a quien devotamente apodaban “El Tigre” de Escuinapa, se presenta con un elemento “místico” adicional y es nada más y nada menos que un contexto electoral que marca un antes y un después en el México que conocemos.

Lo anterior incluye a Sinaloa donde el partido que encumbró a este emblemático personaje también parece languidecer ante los estragos del tiempo.

El priismo viste de negro, por la derrota, pero también por la muerte de uno de sus pilares más sólidos y líder moral de varias generaciones. Uno de los últimos grandes robles, que a decir de muchos, hacen falta para oxigenar la política.

Curiosamente esa pena congregó a militantes de todos los colores el pasado martes en Palacio de Gobierno, donde el gobernador Quirino Ordaz Coppel, le rindió un homenaje.

En el punto se dieron los ex gobernadores Juan Millán, Jesús Aguilar Padilla y Mario López Valdez, quienes en su tiempo constataron algunas de sus obras más importantes.

Ahí, el gobernador Quirino Ordaz Coppel reconoció el legado de Toledo Corro:
“Rebasó los linderos provincianos y se elevó a las alturas insospechadas de la política nacional, dotado de una precocidad muy acentuada, de vivacidad inocultable, con valor, determinación y carácter indomable personificó la reciedumbre y la templanza del sinaloense”.

“Don Antonio Toledo Corro fue un político total que recorrió exitosamente las complejas escalas del sistema político mexicano con éxito y reconocimiento como un gran emprendedor, pero mejor ejecutor.

“Fue un coloso para el trabajo, tan es así que el entonces presidente Adolfo López Mateos lo reconoció y le entregó el premio como mejor alcalde del país”.

Las palabras del gobernador evocaron el recuerdo del ex mandatario y con ello sobrevino la nostalgia. Los ojos de los presentes se crisparon, algunos derramaron lagrimas y otros sonrisas en honor a su memoria.

Cabe recordar que la obra máxima de Antonio Toledo Corro fue la carretera Mar de Cortés, que constituyó un importante avance en las vías de comunicación de Sinaloa, por unir a los municipios de Culiacán y Guasave, intercomunicando además a los de Mocorito, Salvador Alvarado y Angostura.

Aunque la obra le costó a Toledo la critica constante del dramaturgo Oscar Liera, con quien nunca llevó la mejor de las relaciones, hoy en día el legado del ex gobernador se mantiene y se amplia para beneficio de miles de automovilistas.

Otra de las grandes aportaciones del Tigre de Escuinapa, fue el dragado de las zonas estuarinas del sur de Sinaloa, lo cual se reflejó de manera inmediata en la quintuplicación de la cosecha camaronera.

En el plano educativo, Toledo Corro dejó un importante legado mediante la creación de Cobaes y de la Universidad de Occidente.
Por lo anterior, Ordaz Coppel añadió a su discurso:

“Señoras y señores, don Antonio Toledo Corro vivió intensamente con la pasión y el temperamento de un hombre de extraordinaria fuerza mental. Fue tenaz en sus ambiciones y realizador pleno de sus aspiraciones. Cultivó a los amigos como el valor supremo de su vida, la amistad la sembraba una vez y para siempre, la honraba y lo honraban, su testamento de vida es un ejemplo ciudadano y su condición de político es un referente de triunfos”, puntualizó.

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