Cualquier país que cuenta con una industria de drones desarrollada está en capacidad de producirlas
Redacción
Las municiones merodeadoras o “drones kamikaze” no son una tecnología de vanguardia sino una solución de bajo costo y baja intensidad, y cualquier país que cuenta con una industria de drones desarrollada está en capacidad de producirlas.
Estados Unidos, China, Israel, Irán, Rusia, Taiwán y Turquía, todos grandes actores en el mercado de los drones, producen sus propios “drones kamikaze”, de acuerdo con el instituto Brookings, un think tank con sede Washington.
Mientras la guerra en Ucrania se extiende sin un final a la vista, Rusia está haciendo cada vez más uso de los llamados “drones kamikaze” para bombardear las ciudades ucranianas.
A estos sistemas aéreos pequeños y portátiles se los conoce más precisamente como municiones o bombas merodeadoras (del inglés loitering munitions), porque pueden sobrevolar por un tiempo un área y atacar cuando se identifica un blanco.
Vuelan bajo, lento y con una carga explosiva reducida, y son difíciles de detectar y derribar con las avanzadas armas antiaéreas destinadas a contrarrestar misiles y aviones.
Se suele utilizar la palabra “kamikaze” para describirlos ya que son drones que tienen un solo uso, como cualquier munición: llevan una pequeña ojiva y se destruyen en el ataque, a diferencia de los drones militares tradicionales, que operan como aeronaves no tripuladas armadas con bombas y misiles y preparadas para retornar a la base tras concluir la misión.
Con información de la CNN